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¿Cómo domesticar el Ego?

El ego es nuestro sentido de identidad, nuestro instinto de supervivencia, la ilusión de un YO heroico que libra y defiende todas nuestras íntimas batallas.


El ego es un gran actor que sabe interpretar numerosos roles en el juego de la vida, y lo hace tan estupendamente bien que compramos sus actuaciones. Nos identificamos con el héroe que hay en nosotros que busca perpetuar su seguridad y que se presenta al mundo como fuerte, valiente e invencible.


El ego nos protege de lo que representa una amenaza para nuestra identidad, lo que creemos ser, lo que tenemos y las ideas que acuñamos. Nos defiende de las heridas emocionales, de la pérdida, del dolor y la vergüenza. Es el guerrero que conquista nuevas costas y defiende nuestras fronteras.


El ego es un mecanismo de defensa que se expresa a veces con ruido, y otras veces en silencio, a veces advertimos cuando se hace presente y en otras ocasiones actúa detrás de escena.


Se requiere un alto grado de consciencia para distinguir cuando estamos siendo dominados por un ego caprichoso que sólo quiere vencer, así pierda lo que más necesita. Porque el ego puede actuar desde el capricho, la inflexibilidad, la manipulación, el rencor, la venganza, la resistencia.

El ego sabe interpretar el mal y disfrazar sus causas de justas.

Nuestra manera de percibir la realidad es la fuente que alimenta el ego. Podemos decir que si trabajamos en la fuente, podemos controlar o al menos moderar su expresión. Los pensamientos, las creencias, los juicios y hasta la fantasía, son los condicionamientos que lo inspiran e impulsan. El ego es un fiel sirviente de nuestros mecanismos mentales.


El ego defiende el amor propio

Una de las principales "causas" que mueve al ego es preservar su sentido de identidad y luchar contra lo que atenta contra su amor propio. La autovaloración es saberse capaz, y reconocerse con habilidad y talento para accionar y desenvolverse. El amor propio y la confianza son los motores que nos conducen a alcanzar lo que aspiramos en la vida.

Cuando tenemos un sano juicio sobre quien somos y lo que somos capaces de hacer, actuamos desde el amor, la fe, la fluidez, la abundancia; expresamos nuestra esencia y aplacamos el ego; no le damos motivos para que salga a nuestro rescate.


Te doy un ejemplo, si alguien dice que te llamará y no lo hace, y tu te sientes desilusionado o herido por causa de tu bajo amor propio; el ego reacciona con ofensa o reclamos. Si en cambio piensas que tuvo razones válidas para no llamarte porque algo le surgió, el ego no intercede.


El ego y el apego

Una de las principales características del ego es sentirse identificado con lo que tiene y ha logrado. Esa es la capa del héroe que lo hace invencible. Se apega a lo que tiene, depositando en aspectos materiales o vinculares; seguridad, status, presencia, orgullo.


Al ego le encanta mostrarse exitoso, fuerte, reconocido para alimentar su amor propio. El lugar dónde vive, la ropa que luce, los títulos que tiene y las amistades que lo acompañan, son esos "trofeos" que enaltecen su sentido de identidad. ¿Quién sería sin todo eso?.


El apego lo separa de su verdadera esencia, se resiste al cambio, desea controlar su alrededor para que nada se altere.

El ego no quiere ser el héroe herido que despierta lástima, ese papel no va con el.

El ego necesita validarse a través de los aspectos externos, por eso es ambicioso, exigente, perfeccionista, y vive en un estado de insatisfacción permanente porque nada le resulta suficiente. Siempre quiere más y mejor, puede llegar a ser insaciable en sus pretensiones y muy manipulador para alcanzarlas. No sabe que la riqueza es interior y el poder silencioso.

El ego cree que para Ser hay que Tener.

¿Qué es un ego sano?

Es cierto que el ego nos puede llevar al abismo y nos puede hacer y decir cosas que luego nos arrepentimos. Sin embargo cumple una función muy importante dentro de nuestra psiquis, que es de subsistencia, preservación, protección contra lo que "creemos" que debemos defendernos. Es una parte natural de nuestra condición, no podemos eliminarlo pero si podemos domesticarlo para que se exprese sin boicotear nuestra esencia, los valores, principios y metas de nuestra consciencia.


Un ego sano es asertivo y sabe poner límites sin generar incomodidad en el otro, se expresa con respeto y humildad sin perder sus convicciones, busca auto superarse y vencer sus limitaciones con valentía, tiene claridad en sus propósitos y no se resigna. Un profundo trabajo de desarrollo personal es necesario para tener un ego saludable que nos motive a dar lo mejor de nosotros.


El ego en la carta Natal

El Sol representa el YO consciente, la percepción que se tiene de sí mismo con los talentos y capacidades. Los intereses y motivaciones son también aspectos de nuestra personalidad; qué hacemos y cómo lo hacemos, nos define como personas.

El Sol en la carta natal nos muestra los rasgos de nuestra personalidad y la forma en que se manifiesta la energía, estará condicionada por el signo, la casa y los aspectos que haga con otros planetas, y si bien puede darnos indicios de cómo expresamos nuestro ego (como una deformación de nuestra esencia), esto dependerá de muchos otros factores en la carta y del grado de consciencia de la persona.


El Sol, tiene su propósito, su voluntad, y busca irradiar, expresarse. Con los aspectos armoniosos fluye en armonía, digamos que recibe cooperación, mientras que con los aspectos tensos hay una pugna, una contradicción interior que puede dejar entrever el potencial despliegue del ego como mecanismo defensivo frente a lo que siente como una amenaza o dificultad en cualquier parte de su vida.

  • El Sol con Marte (Sol en Aries) busca competencia para mostrarse fuerte

  • El Sol con Saturno (Sol en Capricornio) busca de seguridad y status.

  • El Sol con Júpiter (Sol en Sagitario) busca sentido y grandeza

  • El Sol con Plutón (Sol en Escorpio) busca poder y control

  • El Sol con Neptuno (Sol en Piscis) busca fusionarse, evadirse

  • El Sol con Urano (Sol en Acuario) busca su autenticidad, su diferenciación

  • El Sol con Venus (Sol en Tauro/Libra) busca amor, gratificación y confort.

  • El Sol con Mercurio (Sol en Géminis/Virgo) busca entender, expresarse

  • El Sol con la Luna (Sol en Cáncer) busca protección y seguridad emocional.

 

Si querés profundizar en este aspecto de tu vida a través de la energía de tu carta natal, te recomiendo apuntarte en las sesiones de Astro-Counseling que son sumamente enriquecedoras para trabajar los aspectos que actúan desde la sombra, como el Ego.


Milagros




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