Muchos estamos preocupados por lo que sucedió con las elecciones en Argentina y por lo que tenemos por delante. La reflexión de hoy, no es sobre la política, sino en cómo manejamos la expectativa y la decepción. Algo que nos pasa en todos los ordenes de la vida.
En donde hay sueños, hay ilusión, hay corazón. No pensamos en lo que puede salir mal, somos optimistas y por eso la desilusión cuesta sobrellevarla, porque no estamos preparados.
Con la decepción viene la resignación: cuando creemos no tener opción, ni poder para cambiar la situación.
Si nos quedamos en esta instancia, quedamos atados al pasado, no terminamos de soltar el sentimiento de miedo, angustia, frustración, y en este estado no logramos avanzar.
La resignación y la resistencia son anclas que nos mantienen inmovilizados. El tema es darse cuenta cuando caemos aquí con apegos y dependencias que ya no son funcionales para nuestro bienestar. Nos puede pasar con un trabajo, una relación, una condición de vida.
No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos elegir cómo queremos sentirnos para tener fuerzas para continuar, y para eso necesitamos aceptar.
Aceptar no es negar el descontento, el disgusto, o el miedo, es sobreponerse pese a eso, trascenderlo.
Con aceptación, nos amigamos con la circunstancia y empezamos a ver el futuro con nuevas posibilidades. Flexibilizamos el músculo de la mente para encontrar nuevas alternativas, donde antes no las veíamos.
La aceptación es una virtud maestra para el crecimiento personal. Aceptar que no somos perfectos, que fallamos, que no tenemos lo que deseamos, que el pasado ya no regresa y el futuro es incierto.
La aceptación nos trae calma y de a poco recobramos nuevamente las esperanzas.
Te invito a preguntarte frente a la frustración que hoy sientas en cualquier ámbito de tu vida, si estás viendo posibilidades o no. Esa es la vara para medir si estás en una posición de resignación o aceptación.
Milagros
Si estás pasando por algún momento de incertidumbre, resignación o resistencia, y te interesa conversar en sesión tu preocupación para que te ayude a que encuentres la mejor manera de resolverlo, te invito a una primer conversación sin costo para que nos conozcamos y te cuento cómo puedo ayudarte con Coaching o Astro-Counseling.
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