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La diferencia entre la Ilusión y la expectativa.


No es lo mismo tener ilusión que expectativas y muchas veces se confunden los tantos.

La ilusión dice “seré feliz, se cumpla o no lo que deseo”, la expectativa dice “seré feliz solo si se cumple lo que deseo”. Pequeña gran diferencia, no?

Tener ilusión es la emoción más linda que podemos tener, es el combustible para que nuestro motor funcione. Estamos ilusionados con un evento que está por llegar, con un viaje planeado, nos ilusiona hacer un regalo, o nos sentimos ilusionados por el lanzamiento de un proyecto. La ilusión es tener un estado de optimismo y alegría por lo que está por llegar.


Con la ilusión tenemos cierta certeza de lo que va a ocurrir. ¿Podría frustrarse?, si claro que sí, porque los imponderables existen. Sin embargo cuando abrigamos una ilusión, estamos de alguna manera preparados para esa posibilidad. Si organizas un evento en tu casa y será en el jardín, tenes la ilusión que no llueva pero sabes que es una posibilidad, y la tenes contemplada.

El problema es cuando la ilusión viene acompañada de una expectativa.

La expectativa es una suerte de exigencia que depositamos en el resultado. Tenemos expectativas cuando esperamos que algo suceda y de una manera específica.


La expectativa no contempla la posibilidad de fracaso, o al menos no está preparada para eso. Va cargada de creencias y pautas inconscientes. Se fundamenta en lo que creemos es justo, correcto y apropiado (para nosotros!). Es esperar que el mundo funcione a nuestro ritmo.


Las expectativas pueden ser tan grandes como el tamaño de nuestro ego. Sin ego, no hay deseo, no hay expectativas, solo presente y gratitud. ¿lo pensaste? .

La expectativa es un apego al deseo, y el deseo, tarde o temprano causa sufrimiento.

Nunca tendremos todo lo que deseamos, siempre estaremos insatisfechos. Esa es la paradoja de nuestra condición humana; no podemos vivir sin deseo y cuando lo tenemos, sufrimos. Las expectativas van de la mano. A menos que trabajemos el desapego al dinero, a las relaciones, a los placeres, siempre estaremos disconformes.


Entonces el problema no es tener expectativas, sino cómo nos relacionamos con ella, con el deseo y el apego.


La expectativa, en término de lo que deseo, no es buena o mala, porque puede ser modesta. Es mala la exigencia del deseo y la no aceptación de que salga de otro modo al que esperábamos o creímos que debía ser.


Dicho de otro modo; si nos aferremos tanto al deseo, nuestra felicidad dependerá de ello, y sabemos que la felicidad está dentro de nosotros y que no necesitamos nada para alcanzarla.


Si estas leyendo esto, te resuena y es algo que querés trabajar para no sufrir decepciones, te recomiendo las sesiones de Coaching o Astro-Counseling, en donde utilizo la información de tu carta natal que nos da mucha información sobre el origen y el aprendizaje de este aspecto en tu vida.

 

Si sabes o quieres aprender de Astrología, sigue leyendo sobre los indicadores en una carta.


INDICADORES EN UNA CARTA NATAL


Toda ilusión y Expectativa tienen su raíz en el deseo, y Venus simboliza lo que valoramos y deseamos, de modo que analizar su posición, signo y aspecto, puede darnos una pauta de qué desea, en qué ámbito, cómo se expresa y la facilidad o dificultad para conseguirlo.

Una venus en fuego (Leo, Sagitario o Aries), es más expresiva, extrovertida e impulsiva, que si se encuentra en un signo de tierra (Tauro, Capricornio y Virgo) en dónde el deseo está más ligado al status, el éxito, el placer. En un signo de aire (Acuario, Libra y Géminis), su deseo es expresarse, comunicarse y relacionarse, mientras que en agua (Piscis, Cáncer y Escorpio), su deseo es de afecto, conexión, intimidad.


Sin embargo, Venus no nos puede decir mucho de las expectativas, a menos que esté en contacto con Neptuno. Este es un aspecto que genera un velo que oculta las asperezas del amor, lo hace más luminoso, fantasioso, idealista. Con este aspecto, nos tiramos de cabeza creyendo que encontramos nuestra alma gemela y al cabo de un tiempo, cuando la realidad empieza a filtrarse en la relación, nos causa desilusión. Nos sentimos engañados, traicionados por esa imagen perfecta que estuvo en nuestra fantasía. La ilusión del amor eterno, espera alcanzar ese ideal. Con este aspecto en tensión, (o con Neptuno en casa 7), se tiende a esperar que el otro cumpla nuestras expectativas, que sea la persona que creíamos que era.


Neptuno distorsiona la realidad para embellecerla, en cualquier lugar donde se encuentre en la carta y en contacto con cualquier planeta. De modo tal que dónde está Neptuno hay evasión de la realidad, ilusión de algo más elevado y puro, y la desilusión como consecuencia.


Tal es el caso de Neptuno-Sol, especialmente con aspectos de tensión, que puede conducir a la persona a que se repliegue en sí misma, esperando que los demás la rescaten o le den un sentido de dirección a su vida. No necesariamente se crean expectativas, sino que inconscientemente creen que el mundo “se arregla solo”


Júpiter también está asociado a la ilusión, tal como los planetas en Sagitario. Es un planeta que confía en que puede alcanzar lo que se propone. Cree que todo es posible, es optimista y se aventura. Sin embargo cuando no logra lo que desea, combate la desilusión buscándole el sentido, el aprendizaje y rescatando lo que hay de positivo en el fracaso.


La ubicación, el signo y los aspectos de estos indicadores, especialmente en contacto con el Sol, la Luna y Mercurio nos da mucha información de cómo se manifiesta.


Leer más sobre lo que una carta natal nos indica.www.milagrosalbini.com/astrología


Gracias por leerme

Milagros

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