Este es mi proverbio de cabecera, ¿lo conocías?.🐫
¿Porqué me gusta?, porque sintetiza mis principios y creencias.
Dice, confía en Dios, en el universo, o en el destino, cualquiera sea tu creencia, pero no al punto de creer que lo hace todo por ti.
Siempre digo que el universo no opera sin nuestra voluntad. Yo creo que tenemos una misión, un propósito en esta experiencia terrenal y que muchas de las situaciones que vivimos, especialmente las traumáticas, no son casuales, llegan como lecciones de vida, aprendizajes para evolucionar. Existe algo más grande que nosotros, sin dudas.
Pero también es cierto, que somos responsables, tenemos libertad y elección para decidir que queremos hacer con nuestra vida. Lo que somos hoy, es el fruto de nuestras decisiones pasadas, hubo voluntad, hemos participado.
La vida no nos sucedió, es lo que hicimos con ella. No podemos culpar al Universo o a Dios por las desdichas, ni tampoco quitarnos mérito de todos los aciertos.
Además de Coach, soy astróloga, creo en la energía del cosmos, en la trascendencia, y en la sincronicidad entre el cielo y la tierra. En mis momentos de mayor desorientación, encontré muchas respuestas en lo que para mí es la espiritualidad. Tiempo más tarde, el coaching me ayudó a formar mejor mis creencias sobre el poder que tenemos para interceder en estos "planes divinos" con nuestra intención y voluntad para moldear nuestra vida, aprendiendo a interpretar ambos mundos el real y el espiritual.
Creo en el poder que habita en nosotros para hacer que las cosas pasen, y al mismo tiempo, en el poder de la aceptación para lo que está fuera de nuestro control. Soltar, confiar y entregarse, para escuchar e interpretar las señales.
Porque nada de los que nos pasa es "porque si", hay una "para qué" que debemos averiguar, transitar y evolucionar.
¿Tiene sentido para vos?
Milagros
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